Imagina que estás en el parque jugando a un juego de intercambio de cartas con tus amigos. En este juego, cada uno tiene cartas y trata de cambiarlas para obtener cartas mejores. Pero, ¡cuidado!, a veces tus amigos pueden intentar engañarte y darte cartas que no son tan buenas como parecen. Eso es cuando la frase «que no te la den con queso» se vuelve importante.
La frase «que no te la den con queso» es como un consejo que te dice que debes estar atento y no dejarte engañar. En el juego de cartas, significa que debes revisar bien las cartas que te ofrecen tus amigos antes de aceptar el intercambio. No quieres que te den cartas que no son tan valiosas como crees.
Ahora, llevemos este consejo a la vida cotidiana. Imagina que estás en la tienda de dulces y quieres comprar un chocolate. El vendedor te muestra un chocolate grande y brillante, pero cuando lo abres, te das cuenta de que en su interior es más pequeño de lo que esperabas. En ese momento, podrías decir: «¡No me la dieron con queso!» Esto significa que estás expresando tu sorpresa y decepción por haber sido engañado.
La frase también se usa cuando alguien trata de ser astuto o engañoso. Por ejemplo, si un amigo te cuenta una historia que parece ser cierta pero después descubres que era una broma, podrías decir: «¡No me la diste con queso!» En este caso, estás diciendo que no te dejaste engañar por la historia.
Entonces, en resumen, la frase «que no te la den con queso» es como un consejo para estar alerta y no dejarse engañar. Significa que debes ser cuidadoso y revisar las cosas antes de aceptarlas, para asegurarte de que no te están dando algo que no es lo que parece. Es una forma de decir que no te dejas engañar fácilmente y que estás atento a lo que sucede a tu alrededor. ¡Es como tener un radar para detectar engaños!
