El mundo del whisky es vasto y variado, repleto de destilados de carácter único que se producen en diferentes regiones y bajo distintas técnicas. Elegir los cinco mejores no es tarea fácil, pero en este artículo te presentaremos una selección que destaca por su calidad y aprecio entre los conocedores. Si eres un aficionado o simplemente quieres conocer más sobre este elegante destilado, ¡sigue leyendo!
1. Yamazaki 18 Años – Japón Origen: Japón se ha consolidado como un productor destacado en el ámbito del whisky. Su técnica meticulosa y la dedicación han llevado a la creación de destilados de gran renombre.
Características: El Yamazaki 18 Años es una obra maestra. Envejecido en barricas de roble japonés, mizunara, su sabor es una perfecta combinación de frutos rojos, chocolate y especias. Su acabado es largo y con un sutil toque ahumado.
2. Glenfiddich 21 Años Gran Reserva – Escocia Origen: Escocia es, sin duda, el hogar del whisky y Glenfiddich es uno de sus representantes más icónicos.
Características: Este single malt se envejece en barricas de ron, lo que le da un toque dulce y exótico. Notas de banana, higo y toffee se mezclan con un acabado especiado y ahumado, creando un balance perfecto.
3. Pappy Van Winkle’s Family Reserve 15 Años – EE.UU. Origen: El bourbon es la variante americana del whisky, y Pappy Van Winkle’s es uno de los más buscados en el mundo.
Características: Con un perfil robusto y lleno de matices, este bourbon destaca por sus notas de caramelo, vainilla y especias. Su envejecimiento le otorga una profundidad y complejidad únicas.
4. Ardbeg Uigeadail – Islay, Escocia Origen: Islay es conocida por sus whiskys ahumados y marinos, y Ardbeg es un representante emblemático.
Características: El Uigeadail combina la intensidad del ahumado con la dulzura de la barrica de jerez. Notas de pasas, café y chocolate se unen con el clásico toque yodado y ahumado de Islay.
5. Redbreast 12 Años – Irlanda Origen: Irlanda, cuna del whiskey (con ‘e’), tiene en Redbreast un verdadero tesoro.
Características: Este pot still whiskey destaca por su cremosidad y balance. Frutos secos, mazapán y especias hacen de él un destilado versátil y siempre agradable al paladar.
