La palabra «deliberación» suena un poco grande, ¿verdad? Pero no te preocupes, te la explicaré de una manera fácil de entender.
Imagina que tienes un montón de juguetes y solo puedes llevar algunos de ellos contigo a una fiesta. Ahora, necesitas tomar una decisión sobre cuáles llevar y cuáles dejar en casa. Aquí es donde entra en juego la deliberación.
Deliberar significa pensar y analizar cuidadosamente todas las opciones antes de tomar una decisión. Es como cuando estás parado frente a tus juguetes y comienzas a pensar en cuáles te gustan más, cuáles quieres mostrar en la fiesta y cuáles prefieres dejar en casa. Puedes sopesar las ventajas y desventajas de cada juguete y pensar en cuál hará que te diviertas más en la fiesta.
Cuando los adultos hablan de deliberación, generalmente se trata de tomar decisiones importantes. Por ejemplo, si tus papás están pensando en mudarse a una nueva casa, seguramente hablarán y pensarán mucho sobre ello antes de tomar una decisión final. Deliberar implica hablar, escuchar a otras personas, pensar en todas las opciones y tratar de tomar la mejor decisión posible.
Así que, la deliberación es como cuando eliges tus juguetes para una fiesta, pero en la vida de los adultos, se trata de tomar decisiones importantes después de pensarlo mucho. Es una palabra grande, ¡pero su significado es bastante simple!
