La atracción sexual hacia los caballos o la actividad sexual con animales es considerada una parafilia, específicamente una forma de zoofilia, y se considera ilegal y moralmente inaceptable en la mayoría de las sociedades. La zoofilia implica la atracción sexual hacia animales no humanos y es vista como una violación de los derechos de los animales, además de ser un comportamiento ilegal en muchas jurisdicciones.