- «Quiero entender cómo te sientes para poder ayudar a sanar nuestra relación.»
- «Sé que hemos tenido desafíos, pero quiero trabajar juntos para mejorar nuestra relación.»
- «Estoy dispuesto/a a escuchar tus preocupaciones y aprender de ellas.»
- «El amor entre una madre y un hijo es poderoso, y estoy dispuesto/a a hacer lo que sea necesario para fortalecer nuestro vínculo.»
- «Puede que no estemos de acuerdo en todo, pero eso no significa que no te ame.»
- «Mi deseo es que podamos encontrar la manera de conectarnos y apoyarnos mutuamente.»
- «Si hay algo que te duele o te molesta, házmelo saber. Quiero hacer lo posible por comprenderlo y solucionarlo.»
- «A pesar de nuestras diferencias, siempre estaré aquí para ti.»
- «La relación entre una madre y un hijo es única, y estoy dispuesto/a a trabajar en ella para hacerla más fuerte.»
- «Creo en nuestro potencial para tener una relación amorosa y saludable, y estoy dispuesto/a a esforzarme por ello.»
Recuerda que la comunicación abierta y honesta es fundamental para resolver cualquier conflicto familiar. Siempre es recomendable buscar la ayuda de un terapeuta o consejero familiar si la situación es especialmente difícil o si se necesita mediación para mejorar la relación entre una madre y su hijo.