El concepto de yin-yang proviene de la antigua filosofía china y simboliza la dualidad inherente en todo lo que nos rodea. Es una representación de cómo las fuerzas opuestas y complementarias interactúan en el universo, y cómo son esenciales para el equilibrio y la armonía.
Origen y Filosofía
El yin-yang no solo es una idea, sino también un símbolo visualmente representativo, a menudo visto como un círculo dividido por una curva en dos mitades: una blanca con un punto negro y la otra negra con un punto blanco. Estas dos mitades representan las fuerzas opuestas pero interdependientes que existen en el universo.
Yin
Yin es a menudo asociado con características tales como la oscuridad, la pasividad, la receptividad, y lo femenino. Representa el aspecto más tranquilo y sutil de las cosas. No es simplemente una representación de la «negatividad», sino más bien la parte más introspectiva y calmada.
Yang
Por otro lado, Yang se asocia con la luz, la actividad, lo masculino, y la fuerza. Es la parte impulsiva, enérgica y dinámica de la dualidad. Al igual que con el Yin, no es simplemente una representación de la «positividad», sino el aspecto extrovertido y vigoroso.
Interconexión e Interdependencia
Un aspecto crucial del yin-yang es que uno no puede existir sin el otro. Esta interdependencia se refleja en el pequeño círculo de color opuesto en cada mitad del símbolo. Significa que dentro de cada fuerza existe un núcleo de su contraparte. Es decir, hay momentos de claridad en medio de la oscuridad, y hay momentos de calma en medio del caos.
