La veneración implica respeto y admiración profunda hacia alguien o algo, mientras que la adoración implica devoción absoluta y reverencia extrema. La veneración puede expresarse a través de actos ceremoniales o visitas a lugares sagrados, mientras que la adoración se relaciona comúnmente con la relación entre una persona y su deidad. La veneración no implica una entrega total, a diferencia de la adoración, que implica una entrega absoluta.