Un «sismo» es como un gran sacudón que hace que la tierra tiemble. Imagina que estás sentado en una silla y alguien la mueve fuertemente de un lado a otro. Eso es un sismo, pero en lugar de una silla, ¡es la tierra la que se está moviendo!
La Tierra es como una gran bola gigante, y en su interior, hay cosas llamadas placas tectónicas. Estas placas son como piezas de un rompecabezas que encajan en la superficie de la Tierra. Pero a veces, estas placas tectónicas se mueven, y cuando chocan entre sí o se deslizan, eso provoca un sismo.
Los sismos pueden ser pequeños, como cuando alguien te empuja suavemente, o pueden ser muy grandes y fuertes, como cuando alguien sacude una mesa con fuerza. Los sismos más grandes se llaman «terremotos», pero es lo mismo, ¡la Tierra tiembla!
Cuando ocurre un sismo, puedes sentirlo si estás en la Tierra, y a veces puedes ver cómo las cosas se mueven. Por ejemplo, los cuadros en las paredes pueden balancearse, los objetos pueden caerse de las mesas y las lámparas pueden columpiarse. Es como si la Tierra estuviera jugando a mover todo a su alrededor.
A veces, los sismos pueden ser asustadores, especialmente si son muy fuertes. Pueden hacer que las personas se sientan nerviosas o preocupadas. Por eso, es importante estar preparados y saber qué hacer durante un sismo.
Las personas suelen buscar un lugar seguro, como debajo de una mesa o un escritorio, para protegerse de cosas que puedan caer. También es importante escuchar las indicaciones de los adultos y seguir sus consejos para mantenerse a salvo.
Aunque los sismos pueden ser un poco aterradores, también son una parte natural de cómo funciona nuestro planeta. Ayudan a liberar la energía acumulada en las placas tectónicas, como un gran estiramiento para la Tierra. Y a medida que crecemos y aprendemos más, podemos entender mejor los sismos y cómo mantenernos seguros cuando ocurren.